Dos

Si te confieso mi amor, no me escuches,
no te detengas ni te voltees,
tus ojos en el vacio no veran nada,
solo la sombra de una sombra, el reflejo de un reflejo entre la niebla.
y el susurro de mi voz ya perdido para siempre
sera en un eco incomprensible en los pasillos circulares de una memoria lejana,
las palabras fragmentadas, derrumbadas, una pila de escombros abandonada,
ya no cruzaran el abismo en busca del refugio de tu mirada,
solo esperaran aqui, a mi lado, en quieto reposo,
a que des vos el ultimo paso,
porque ya estas tan cerca, si acaso ya pueda sentir tu piel perfumada,
estirando la mano, acercandote al abrazo de esta prohibida danza,
bailada de a dos, de a dos en la cama.